El Centro de Estudios del Próximo Oriente lamenta profundamente la destrucción criminal de la que han sido objeto elementos artísticos, históricos y arqueológicos de valor incalculable, como son las estatuas del Museo de Mosul, las figuras de las puertas de Nínive, los yacimientos arqueológicos asirios de Nimrud y Dur Sharrukin y la ciudad del periodo parto de Hatra. Todas estas joyas arqueológicas forman parte de una herencia compartida por Oriente y Occidente. Su destrucción es una pérdida irreparable para todo el legado cultural del mundo y solo puede ser calificado como un crimen de guerra. No cabe apelar a ningún sentimiento o precepto religioso para justificar tamaña barbarie. El Centro de Estudios del Próximo Oriente condena estos actos de salvajismo de la manera más enérgica posible y pide que las autoridades mundiales intervengan lo antes posible para poner fin a dichos actos.